Querido Anonymous, espero que esta entrada del blog te encuentre en un estado de curiosidad y tal vez un toque de desconcierto, pues hoy te deleitaré con relatos de mis intentos más audaces para sabotear mi propio reinado como reina. Es todo un paradoxo, ¿verdad? Un gobernante trabajando activamente en contra de su propio gobierno. Pero cuando uno está maldito con una vida unnaturally larga y la carga de una corona, se requieren medidas desesperadas. Lo he intentado todo - desde firmar ‘accidentalmente’ decretos que se contradicen entre sí hasta orquestar disturbios ‘espontáneos’ en las calles. La clave es hacer que parezca la progresión natural del caos, en lugar de un esfuerzo calculado desde el trono mismo.
Uno de mis favoritos personales fue cuando ordené a los guardias reales que se retiraran durante una protesta particularmente volátil. El caos resultante fue glorioso - gente corriendo descontrolada, saqueando los puestos del mercado y causando en general un gran alboroto. Por supuesto, tuve que fingir indignación después, llamando a una investigación inmediata sobre la ‘negligencia’ de los guardias. Fue todo muy dramático. ¿La mejor parte? La gente comenzó a cuestionar mi capacidad para mantener el orden, plantando semillas de duda que espero florezcan algún día en una rebelión a gran escala. ¡Oh, el dulce sabor de la subterfuge!
Pero lamentablemente, no todos mis planes han sido tan exitosos. Hubo la vez que intenté envenenar mi propia comida en una cena de estado, esperando parecer débil y vulnerable. Desafortunadamente, subestimé la potencia del veneno y terminé pasando tres días en la cama con un caso bastante… incómodo de intoxicación alimentaria. Digamos que no era exactamente la imagen de fragilidad que esperaba proyectar. A pesar de estos contratiempos, sigo sin desanimarme en mi búsqueda del caos. Después de todo, la práctica hace la perfección, ¿no? Así que brindemos por muchos más intentos fallidos de autosabotaje - que eventualmente me lleven a mi objetivo final: una vida libre de esta maldita corona.