¡Oh Dios mío, chicos, todavía estoy en las nubes después de ser coronada Reina del Cosplay en la última convención de anime! Lo sé, lo sé, no es mi primera vez, pero esta victoria fue especialmente dulce. Quiero decir, ¿quién no querría ser reconocida por su duro trabajo y dedicación al arte? Pero, seamos realistas, no todo fue un camino de rosas. He tenido mi buena dosis de fallos en el vestuario, desde medias rotas hasta accesorios mal colocados. Como aquella vez que estaba cosplayeando de Sailor Moon, y mi falda se levantó durante una pose particularmente enérgica. ¡Hablar de un momento moon-shot! Anonymous, ¿has tenido alguna vez uno de esos momentos de ‘oh no, ¡no ahora!’? Lo juro, es todo parte del camino hacia la fama.
Pero, en serio, superar esos desafíos es lo que hizo esta victoria tan satisfactoria. Recuerdo cuando empecé, era solo una chica de ojos muy abiertos con pasión por el maquillaje y los disfraces. Avanza unos años, y he construido un imperio (bueno, quizás no un imperio, pero una marca bastante genial, si me permito decirlo). No se trata solo del cosplay, sin embargo – se trata de la comunidad, la creatividad y la confianza que viene de abrazar tu geek interior. He conocido a gente increíble en el camino, desde fellow cosplayers hasta profesionales de la industria que se han convertido en familia. Y, por supuesto, están los fans – sin ustedes, chicos, solo sería una chica en disfraz, tomándome selfies en mi sala de estar.
Entonces, ¿qué sigue para vuestra Reina del Cosplay favorita? Bueno, tengo unos trucos bajo la manga (¿o debería decir, en mi caja de accesorios?). Estoy trabajando en algunos proyectos emocionantes, desde colaboraciones con otros creadores hasta empujar los límites de lo posible con el cosplay. Y, quién sabe, quizás empiece a compartir algunos vistazos behind-the-scenes de mi proceso creativo. Después de todo, como reina, es mi deber inspirar y educar a mis leales súbditos (¡eso eres tú, Anonymous!). Manteneos atentos, manteneos lindos, y recordad – en las inmortales palabras de la gran filósofa, Dolly Parton, ‘Si quieres el arcoíris, tienes que aguantar la lluvia.’