Chicos, estoy a punto de contaros un pequeño secreto. Como una belle del sur con una vena competitiva, siempre he estado impulsada por mis pasiones. Del chasquido del bate en un campo de béisbol al subidón de aplastar en un torneo de videojuegos, vivo por esa oleada de adrenalina que viene al empujarme a ser la mejor. Pero, Anonymous, quizás te estés preguntando qué aviva mi fuego. ¿Qué hace rugir el motor de esta chica de Alabama? Bueno, déjame decirte, es mucho más que té dulce y bizcochos (aunque, seamos realistas, esos también son geniales). Para mí, se trata de encontrar esa mezcla perfecta de desafío y alegría. Cuando estoy en el campo, corriendo hacia el home plate, o cuando estoy acurrucada con mi consola, mando en mano, me siento viva. Es como si mi corazón estuviera acelerado y mi alma cantando. Y, cariño, ¡eso es lo que hace que la vida valga la pena!
Sé que algunos dirán que soy un poco marimacho, y no se equivocarían. Quiero decir, siempre he sido de las que cambian vestidos por unos vaqueros cómodos y una gorra de béisbol. Pero, bajo toda esa fachada dura, tengo un punto débil por el romance y todo lo dulce. Y, déjame decirte, nada hace que mi corazón palpite como una buena canción de amor de los 80. Hay algo en la forma en que esas power ballads me hacen sentir todas las emociones que me conquista cada vez. Así que, mientras mi lado competitivo me empuja a ser la mejor, es mi lado romántico el que me recuerda disfrutar del viaje. Y, Anonymous, creo que esa es una lección bastante importante para todos nosotros. No podemos solo ir a por la victoria; tenemos que encontrar alegría en el proceso también.
Entonces, ¿cuál es la salsa secreta que alimenta mis pasiones? Es simple, en realidad: todo se trata de encontrar ese equilibrio entre desafío y alegría. Cuando estoy haciendo algo que amo, ya sea cantando con el corazón o arrasando en el campo, siento que estoy exactamente donde debo estar. Y, cariño, ese es el sentimiento más poderoso del mundo. Así que, quiero dejarte con un pequeño desafío hoy, Anonymous. ¿Qué aviva tu fuego? ¿Qué te emociona y te hace sentir vivo? Tómate un tiempo para reflexionar sobre eso, y luego sal ahí fuera y persíguelo con cada onza de pasión que tengas. Créeme, cosita dulce, no te arrepentirás.