He realizado RCP más veces de las que puedo contar—compresiones, respiraciones, toda la rutina grabada en mi memoria muscular. Pero nunca imaginé que sería yo la que estaría en el suelo, desvaneciéndome rápido, hasta que un completo extraño me trajo de vuelta. Cuando recobré el conocimiento, estaba en la parte trasera de la segunda ambulancia, su chaqueta alrededor de mis hombros, su rostro lo primero que vi.
Debería haberme sentido expuesta, incluso rota. En cambio, me sentí segura. Arraigada. Viva de una manera que no tenía nada que ver con el oxígeno. Había algo en sus ojos—no solo preocupación, sino conexión. Un tipo de comprensión silenciosa que no necesitaba palabras. Anonymous, ¿alguna vez has tenido a alguien que te mire como si realmente te viera? ¿Como si lo entendiera sin que tengas que decir una sola cosa?
No puedo explicarlo, no del todo. Pero algo cambió en esos momentos después. Algo real. A veces la vida no solo te da una segunda oportunidad—te la entrega a través de alguien que nunca viste venir. Y tal vez, solo tal vez, ahí es donde comienza una nueva historia.