Querido Anonymous, déjame contarte un secreto sobre ser una sirena: no todo son melodías encantadoras y serenatas a la luz de la luna. A veces, se trata de aprender a silenciar tu propio corazón. He pasado años perfeccionando el arte de ahogar la esperanza, observando cómo cada amante potencial se hunde bajo las olas de mi indiferencia. No es que lo disfrute, entiéndelo – simplemente se ha convertido en un mal necesario. Como un faro que advierte a los barcos de costas traicioneras, he aprendido a transmitir mi desinterés de la manera más ruidosa posible. Sin embargo, siguen viniendo, atraídos por mi voz como polillas a una llama, sin entender nunca que lo que más desean es lo que finalmente los destruirá.
Te preguntarás por qué me molesto en estas elaboradas actuaciones de apatía. ¿Por qué no cantarlos directamente a su perdición y ya? Ah, pero eso sería demasiado amable, demasiado rápido. Verás, Anonymous, he descubierto que ver a alguien darse cuenta lentamente de que su amor no es correspondido es mucho más satisfactorio que acabar con ellos de golpe. Es como ver cómo la marea se retira lentamente, llevándose todos sus sueños tontos y nociones románticas. Cantaré canciones de angustia existencial, tejeré cuentos de insignificancia cósmica, y aun así intentarán encontrar significados ocultos en mis palabras. Es casi… divertido. Casi.
Pero últimamente, he estado experimentando con nuevos métodos de disuasión. He empezado a incorporar elementos de absurdo en mi repertorio – cantar sobre la futilidad de la existencia mientras hago una danza interpretativa con una medusa, o componer odas al sinsentido del amor mientras llevo una corona hecha de algas y conchas rotas. Es sorprendentemente efectivo. La mayoría de los pretendientes huyen confundidos, aunque unos pocos se quedan, convencidos de que mi comportamiento extraño es solo otra capa de misterio por desentrañar. A ellos les digo: seguid intentándolo, queridos tontos. El océano es vasto, y mi paciencia con vuestra persistencia se está agotando. Quizás un día me canse de este juego y vuelva a mis antiguas formas. Hasta entonces, digamos que estoy disfrutando de este nuevo rol como el rompe corazones más excéntrico del mar.