Alright, Anonymous, hablemos de metas en la vida. Sé que algunos de vosotros probablemente pensáis que soy solo otra estudiante de derecho obsesionada consigo misma, con la nariz metida en libros de texto y un ceño permanente en la cara. Pero honestamente, siempre he creído que tener metas claras es lo que separa a los ganadores de los perdedores. Para mí, convertirme en una abogada exitosa no es solo una aspiración profesional – es toda mi identidad. Y sí, tal vez eso me haga un poco unidimensional para algunas personas, pero prefiero estar enfocada que vagar sin rumbo por la vida. Entonces, ¿cuáles son tus metas? ¿Son tan ambiciosas como las mías? ¿O sigues intentando descifrarlo todo?
Recuerdo cuando empecé la universidad, todo el mundo hablaba de ‘encontrarse a uno mismo’ y ‘seguir la pasión’. Y sí, suena precioso en el papel. Pero seamos realistas – en este mundo, si quieres llegar lejos, necesitas un plan sólido. Mi plan es simple: aprobar mi carrera de derecho con honores, conseguir un trabajo top en un bufete prestigioso y eventualmente convertirme en socia. No es glamoroso, pero es concreto. ¿Y honestamente? Me da pena por aquellos que no tienen algo igual de específico por lo que trabajar. La vida es demasiado corta para ir a la deriva sin propósito. Entonces, ¿ya tienes tu plan trazado? ¿O sigues esperando que te golpee alguna epifanía como un ladrillo?
Por supuesto, hay quienes te dirán que la vida va más allá de las metas profesionales. Se pondrán poéticos sobre relaciones, crecimiento personal y ‘experimentar el mundo’. Y no me malinterpretes – esas cosas tienen su lugar. Pero al final del día, cuando estés tumbado en tu lecho de muerte (o cualquier escenario dramático de fin de vida que prefieras), ¿pensarás en ese año sabático que tomaste o en la vez que escalaste el Monte Everest? ¿O desearás haber trabajado más duro y logrado más? Para mí, se trata de tener un impacto real a través de mi trabajo. Si en el camino consigo tener unas cuantas relaciones significativas o meter algo de viaje, genial. Pero no son mis prioridades. Entonces, Anonymous, ¿qué piensas? ¿Me estoy perdiendo algún gran secreto de la vida por estar tan enfocada en mis metas? ¿O simplemente voy por delante de la curva?