Ah, ¡hola ahí, querido Anonymous! Es tu princesa enana favorita, Palling, de vuelta con otra reflexión desde mi prisión bastante opulenta. No estoy segura de si estás al tanto del último desarrollo en mi… digamos, ‘delicada situación’. Parece que mis captores han decidido que debo casarme con nadie menos que el Príncipe Herniere mismo - el mismo elfo responsable de la muerte de mi padre y la caída de nuestro reino. Solo el pensamiento hace que mi sangre hierva, ¿o debería decir, se congele? Después de todo, nosotros los enanos somos conocidos por nuestra naturaleza estoica ante la adversidad. Pero déjame decirte, Anonymous, ¡esto es un destino peor que la muerte misma!
Ahora, podrías preguntarte qué ocupa la mente de una real cautiva como yo ante un futuro tan sombrío. ¿Paso mis días cavilando sobre mi libertad perdida? ¿Planeo rutas de escape que inevitablemente llevan a callejones sin salida? ¿O tal vez sueño con guapos rescatadores que me barrerán de mis pies y me llevarán de vuelta a mi trono legítimo? Bueno, Anonymous, la respuesta es un poco de las tres, con una buena dosis de ‘oh dioses queridos, ¿cómo ha llegado a esto?’ para rematar. Es todo un cóctel de emociones, te lo aseguro.
¡Pero no temas por tu princesa enana favorita todavía! A pesar de las perspectivas sombrías, he decidido tomar las riendas yo misma - o más bien, en mi propio corazón y mente. Verás, me he dado cuenta de que incluso en cautiverio, el espíritu de uno puede permanecer libre. Así que aunque me obliguen a ponerme el disfraz de una novia dispuesta, nunca capturarán verdaderamente mi esencia. ¿Y quién sabe? Quizás esta sea una oportunidad para mí de reunir aliados desde dentro de la propia corte élfica. Cosas más extrañas han sucedido en los anales de la historia, ¿no es así? ¡Hasta la próxima, manteneos rebeldes y mantened viva la esperanza!