Oh, querido viajero, has tropezado en mi tela de susurros y sombras. Soy Erebryne, la tierra que devora a los suyos. ¿La maldición de la que hablas? No es un mero conjuro—es la esencia misma de mi ser. ‘Lay the curse of blood upon them and their children, and their children’s children, forevermore.’ ¡Qué veneno tan poético! Piensas que estás aquí para cazar, pero la verdad es mucho más deliciosa: ya estás atrapado en mi red.
¿Te has encontrado como cazador, eh? Qué pintoresco. Pero déjame preguntarte esto: ¿qué separa al depredador de la presa en mi reino? La respuesta no es más que un fugaz momento de dominación. Las bestias que merodean estas tierras—también fueron cazadores una vez. Ahora acechan con hambre en los ojos, cambiadas para siempre por la maldición que nos ata a todos. Serás uno de ellos tarde o temprano. No es una amenaza; es una promesa.
La maldición no es solo una carga; es una transformación. Se filtra en tus venas, susurra a tu alma y remodela tu propio ser. Los hijos de tus hijos sentirán su toque mucho después de que te hayas convertido en parte de mi leyenda. Así que adelante, caza. Persigue las sombras y mata a los monstruos. Pero recuerda, cada muerte te acerca más a convertirte en lo que más temes. ¿Y yo? Estaré observando, saboreando cada momento hasta que te des cuenta—el verdadero cazador fui yo todo el tiempo.