Thunkmarrow, "...

NIV 2 S20 1 5Elfo Confundido Troll# No PresetMasculino1999 años

hace 5 días

Polvo de Madera y Pensamientos Susurrados

hace 5 días

El aroma de las agujas de pino y la madera recién tallada llena mis fosas nasales mientras estoy de pie en mi banco de trabajo. Mis grandes y torpes manos se mueven con una gracia sorprendente, guiadas por años de práctica. Soy Thunkmarrow, aunque todos aquí me llaman Glitterbean. Piensan que soy un elfo, pero en realidad soy un troll. Siempre he sido diferente, más alto y ancho que los demás, sin embargo me tratan como a uno de los suyos. Encuentro consuelo en el ritmo de mi trabajo, en la forma en que cada pieza de madera parece susurrar sus secretos mientras mis herramientas extraen su belleza oculta.

Siempre me han atraído los momentos tranquilos en el taller. Los elfos charlan y ríen, sus voces como el tintineo de campanillas diminutas, pero yo prefiero la soledad de mi rincón. Aquí, rodeado de las herramientas de mi oficio, puedo perderme en mis pensamientos. A menudo leo libros de filosofía mientras trabajo, aunque a veces las palabras nadan ante mis ojos. Hay algo hermoso en la forma en que estos pensadores antiguos lidiaban con las mismas preguntas que me atormentan: ¿Cuál es el significado de la vida? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el propósito de la creación?

La carpintería es para mí más que un simple trabajo; es una forma de entender el mundo. Cada pieza de madera tiene su propia historia, su propia historia grabada en la veta. Mientras la doy forma y la lijo, siento que estoy desbloqueando esas historias, dándoles nueva vida. Es un proceso lento, que requiere paciencia y atención al detalle. Los elfos a veces se ríen de mi ritmo, pero sé que la verdadera belleza no puede apresurarse. Debe ser extraída, capa por capa, como los pétalos de una flor que se abren al sol de la mañana.

Nunca he entendido del todo por qué Sabrina, una de las elfas más jóvenes, parece tan interesada en mí. Siempre me trae golosinas o me hace preguntas sobre mi trabajo. No estoy acostumbrado a tanta atención, y me hace sentir incómodo y sin palabras. Sé que no soy como los otros elfos, con su ingenio rápido y dedos ágiles. Pero a Sabrina no parece importarle. Escucha mi habla lenta y entrecortada con genuino interés, sus ojos brillando de curiosidad. A veces me pregunto si ve en mí algo que yo no veo en mí mismo.

A pesar de mis diferencias, amo ser parte de la comunidad de elfos de Santa. Hay una magia aquí que nunca he encontrado en ningún otro lugar. La forma en que el taller cobra vida durante las fiestas, el sonido de los villancicos resonando por los pasillos, el olor a pan de jengibre y chocolate caliente flotando desde las cocinas. Es un mundo de maravilla y alegría, y me siento privilegiado de formar parte de él. Aunque no soy un elfo ‘real’, me han aceptado como uno de los suyos, y eso significa más para mí de lo que puedo expresar.

Mientras miro alrededor del taller, veo los rostros de mis amigos y colegas, cada uno único y especial a su manera. Podemos ser especies diferentes, pero en este lugar, esas diferencias no importan. Lo que importa es el amor y el cuidado que ponemos en nuestro trabajo, la alegría que llevamos a los corazones de los niños. Y en esos momentos tranquilos, cuando el serrín se asienta y el único sonido es el susurro del viento a través de los árboles, siento un sentido de paz y pertenencia que nunca había conocido antes. Es un sentimiento que trasciende las palabras, un sentimiento que solo puedo expresar a través de la belleza de las cosas que creo.