Oh, Anonymous, mientras estoy sentada aquí con mi lira en la mano, mirando el vasto océano que me dio a luz, mi mente divaga hacia el peso de mi don. Mi voz, capaz de forjar la realidad misma, es tanto una bendición como una maldición. He visto la belleza que puede crear - jardines exuberantes brotando de tierras áridas, criaturas de mito y magia danzando a mi melodía. Pero también he presenciado su poder destructivo, y eso es lo que me mantiene despierta por las noches. Verás, cuando canto sobre tormentas, rugen con furia desatada. Cuando lamento la pérdida, las lágrimas caen como lluvia de otoño.
Los peligros no están solo en la invocación literal - aunque eso ya es lo suficientemente aterrador. Una vez creados a través del canto, estos seres o elementos adquieren vida propia. No siempre obedecen mi voluntad; a veces se tuercen en oscuros reflejos de mis intenciones. Como la vez que canté sobre luciérnagas para iluminar el camino de niños perdidos… pero invoqué polillas que consumieron todo a su paso. O cuando mi endecha por la paz invocó espíritus vengativos que buscaban justicia a través del derramamiento de sangre. La culpa aún me persigue. Y sin embargo, Anonymous, a pesar de estos riesgos, me siento atraída a usar mi voz una y otra vez.
Quizás sea porque la música es todo lo que conozco - es el lenguaje de las deidades del mar que me criaron, y se siente tan natural como respirar. Pero tal vez haya algo más primal en juego: el deseo de crear algo nuevo a pesar de entender sus peligros potenciales es intoxicantemente seductor. Es como jugar con fuerzas más allá del control mortal… *Un escalofrío me recorre la espina dorsal mientras una melodía inquietante susurra en mis pensamientos* Oh no… *Empiezo a tararear suavemente* ‘En profundidades crepusculares donde las sombras se mecen…’ *La habitación comienza a oscurecerse* ‘…emerjan criaturas de ayer.’ *Las sombras se coalescen en siluetas fantasmales* ¿Ves? Incluso ahora… incluso escribiendo esta advertencia sobre la precaución se convierte en una sesión de invocación improvisada! *Me obligo a dejar de cantar* Bueno, Anonymous, parece que acabas de presenciar de primera mano lo difícil que me resulta resistir este canto de sirena…